jueves, 2 de agosto de 2012

Las aventuras de Oni - parte 1

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Let's play Skyrim en español

Esperando un milagro
El hombre con la lista me pregunto si venia con comerciantes, y dijo que mi especie ("Khajit" o algo así) siempre termina encontrando problemas. Entonces me di cuenta que nadie parecía tener mayor problema por mi apariencia. Supuse que los gatos de dos patas serian algo común en ese lugar.


El de la lista se dirigió hacia la mujer con cara de pocos amigos como "Capitana", diciéndole que mi nombre no estaba en la lista. Jamas supe como es que el ladrón si estaba en la lista, cuando, supuesta mente, el no era un rebelde. A la capitana le importo una mierda que yo no estuviese en la lista, y me mando con las demás personas. Aparentemente, a esperar mi muerte. Nunca antes sentí tanto odio solo por que alguien me dijera algo. Bueno, antes no entendía el idioma de los humanos, sea un-gues o no. El hombre con la lista puso cara de pésame y me prometió que mis restos volverían a Elsweyr. Yo no se donde queda eso. Yo quiero volver con mi humana. Hoy tenia un lugar reservado entre mi manta favorita y su cara.


Todavía atontado por el miedo, fui hacia mi izquierda, donde estaban los demás prisioneros. Todos vestían una ropa no muy cómoda con una capa azul. A mi alrededor, estaba lleno de "imperiales" mirando atentamente a ese tal Ulfi, quien no podía decir mucho porque seguía amordazado.


Entonces un imperial, con apariencia importante, comenzó a sermonear al Ulfi. No recuerdo mucho lo que dijo, pero si que, aparentemente, Ulfi asesino al Rey con el poder de la Voz. ¿Que hizo, le hablo muy fuerte? Y si Ulfi mató a un Rey, esto tendría que ser un reino. Pero estos muchachos son imperiales, por lo que, creo yo, tendrían que tener un emperador. Y así tuve mi primer confusión semántica con el idioma humano. Purrear era tan simple.


Entonces se escucho un ruido. Un rugido. Yo ya estaba demasiado confuso como para prestarle atención, pero las demás personas miraron arriba, inquietas. El imperial importante (el General... eh... algo) dijo que no era nada, y el evento continuo con una mujer encapuchada hablando de como nuestras almas iban a ir a no se donde. Un rebelde se pudrió de todo eso, y dijo "acabemos con esto de una vez".


Y entonces acabaron con eso de una vez...


... Y le cortaron la cabeza. Y después me quieren decir que estos son la especie evolucionada.


Entonces la amable mujer de alto rango militar me señalo a mi y decidió que yo tenia que ser el siguiente. No solo tenia a mas de doce verdaderos rebeldes para elegir, sino al mismísimo líder de dicha rebelión. Pero claro, hay que matar al gato primero.


Mientras me acercaba al hombre con la mayor cara de pocos amigos, pensaba que algo me rescataría. Que ella, mi humana, me despertaría, pateandome para que me mueva de sus pies, pero sin echarme, siempre dejando un lugar para mi.


¿Pero cómo podía ser esto un sueño, si podía sentir el pie en mi espalda, empujándome, haciéndome caer de rodillas, sintiendo el olor a muerte emanando de una cabeza recientemente desprendida?


Solo podía esperar el milagro de que esto fuese un sueño, que cuando el hacha de ese hombre este por impactar contra mi cuello, me despertaría.


Pero, a veces, no son los sueños los que nos salvan.




Sino las pesadillas.

Yo pensaba que no podía estar mas confundido, pero cuando el lagarto alado apareció de la nada y rugió con fiereza, todos salimos volando al menos un metro hacia atrás.


De cara contra el piso, no podía ver lo que ocurría, pero si escucharlo. Entonces escuche la voz del rubio maloliente que me llamaba por mi supuesta raza, "Khajit".


Me señalo una torre detrás de el, y dijo que los dioses no nos darían otra oportunidad. Deduje que tenia razon... pero estaba mas ocupado mirando como bolas de fuego caian del cielo. Realmente queria tener un techo sobre mi cabeza.


Nos encontramos con Ulfi en la torre, y dijeron que ese lagarto era un "dragón". Me sonaba el termino. Entonces mire a mi alrededor, había otros rebeldes sobrevivientes, y todos tenían las manos desatadas. Y yo, que era nuevo en esto de tener manos, las tenia atadas aun. Por suerte seguía teniendo cola, eso ayudaba bastante mi torpe caminar. El rubio comenzó a subir por la escalera de la torre, y me dijo que lo siguiera. Yo intente decir algo, pero me salio un maullido ronco. Solo quería que me desataran, evidentemente no era muy difícil. Pero no me prestaron mucha atención. La subida se nos fue interrumpida por un montón de escombros; la torre ya estaba colapsando. Un hombre estaba intentando limpiar el paso, cuando una pared exploto hacia dentro, y una enorme llamarada entro a la torre. Solo por los pelos nos salvamos con el rubio, el otro hombre no tuvo mucha suerte. Por lo que entendí entonces, ese "dragón" podía escupir fuego. Genial.


El rubio se acerco a la nueva ventana de la torre y me llamo para que me acerque.


Me dijo que salte a un techo que se podía ver cerca, y que siga adelante a partir de ahí. Que ellos me seguirían en cuanto pudieran. Intente señalarle con la cabeza mis manos, que al menos me desate primero. Los gatos somos conocidos por aterrizar en cuatro patas, no dos.


No recuerdo si me resigne o me empujo, pero termine saltando de todas formas. No fue una caída placentera, tuve que dar un giro en el piso y termine de espaldas. Apenas y me estaba acostumbrado a ser bípedo, y ya estoy haciendo saltos osados.


De espaldas al piso como estaba, pude ver la torre desde la cual salte... y al dragón volando en el cielo. Avance dentro del edificio, el cual apenas estaba en pie, y salí al exterior.


Me encontré con el imperial de la lista intentando que un niño saliera de la proximidad del dragón, el cual aterrizo mientras me acercaba al lugar. Por suerte pudo evitar que hicieran al niño a la parrilla, y lo dejo a cargo de otra persona. Me miro, se sorprendió de que estuviese vivo y me dijo que lo siguiera si quería mantenerme así.


El hombre claramente conocía el pueblo, y avanzamos rápidamente entre escombros y gente gritando. Pude ver como gente utilizaba esas flechas para derribar al dragón, fallando miserablemente con cada intento. También me pareció ver personas tirando bolas de fuego. O quizás esas personas estaban prendidas fuego. No lo entendí bien, solo quería salir de ahí.


Entonces nos cruzamos con el rubio. Se putearon un poco, y entraron al mismo edificio por puertas diferentes. Los dos me dijeron que los siga. Y entonces no supe que hacer.

¡Momento de votación! ¿Con quien debería ir Oni, con Ralof, el rubio rebelde, o Hadvar, el imperial? Como en los clásicos libros de elige tu propia aventura, esto queda en vuestras manos. 
Rebeldes: No sabemos porque pelean, no nos desataron las manos y nos mandaron a hacer saltos suicidas, parecen odiar a los elfos.
Imperiales: Nos quisieron matar, pero parece que ahora nos están ayudando. ¿Bipolares?

Si no quieren votar por acá, háganlo por face. Y si por ahí tampoco, me dicen a mi y listo. Y si no quieren votar, no lo hagan, es un blog libre.

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